viernes, 18 de septiembre de 2009

sigue el 8-bit

Después del hermoso disco de the mars volta en 8 bit, y mi creciente gusto por el nintendocore y por mi consola NES, me encontré con este video que namás dejo aquí para que le echen un ojo!

y estos otros para que sigan bailando





Señor, ¿no sabe que ha empezado una guerra?

Por un momento dejare a un lado el cine, esta vez, este post es sobre una novela (¿qué me esta pasando?). Bueno, hace poco mas de un mes comencé a asistir a la universidad, la licenciatura: comunicación y periodismo. El primer libro a leer: Política para Amador de Sabater. Cosa de niños en realidad, Sabater y su formula y nada mas, ciertamente no pudo quedarse en mi estante de libros. Con esta profesora que nos dejo a Sabater se esperan demasiados momentos de aburrición total, ya me esperan libros como El Manifiesto Comunista, entre otras cosas obviamente.

Durante este mismo año al fin leí una novela de Charles Bukowski en su totalidad. Anteriormente había leído algunos de sus trabajos (y había visto las películas Barfly y Factotum. La primera con Mickey Rourke como Henry Chinaski y la segunda, del 2005, con Matt Dilon) pero fue hasta hace unos cuantos meses cuando finalmente adquirí dos de sus novelas (Factotum y Hollywood) y una recopilación de cuentos cortos (La Maquina de Follar). Devore los tres libros y básicamente Bukowski se convirtió por mucho en mi autor favorito, bueno de los muy pocos libros que he leído en mi vida sin duda Factotum y Hollywood se encuentran, junto con El Padrino de Puzo, en lo mas alto. Es como cuando descubrí hace como 6 o 7 años que existían los directores de cine, Burton fue el primero del cual investigue su filmografía y me enfoque en ver cada una de sus películas (recuerdo claramente cuando fui a ver Big Fish, fue la primera vez que fui al cine por que quería ver la nueva película de un especifico director). Bukowski es básicamente el primer autor del cual quiero leer todo lo que haya publicado, poemas, cuentos cortos, novelas, etc.

Ahora y regresando al tema de la universidad, el segundo libro que tuve que leer fue uno que elegí de una lista de al menos 8 que nos dejo el profesor. No recuerdo todos los títulos ya que cuando vi el nombre de Bukowski en la lista simplemente lo supe: estoy ante la mejor tarea que me han dejado en toda mi vida, por mucho! Y es que sin duda leer a Bukowski no se le puede llamar tarea… ¿quién demonios era Sabater?

La novela elegida por el profesor fue Ham on Rye, conocida aquí como La Senda del Perdedor.

Ham on Rye (publicada en 1982)



Habiendo leído anteriormente Factotum y Hollywood puedo decir que en “La senda del perdedor” el Bukowski que yo conocía aparece cuando la novela ya esta avanzada, mas o menos cerca de su final. Con esto no quiero decir en lo absoluto que es hasta casi el final cuando aparece la grandiosa manera de escribir de Bukowski, que es hasta casi el final cuando la novela se torna extremadamente entretenida. Lo que quiero decir es que es casi al final cuando el Bukowski, o mejor dicho el Henry “Hank” Chinaski bebedor constante, nómada, el Henry Chinaski que pasaba prácticamente el día entero encerrado en su cuarto y que visitaba los bares cercanos aparece. “La senda del perdedor” es una viaje rápido a la vida de Chinaski, es Bukowski manteniéndonos entretenidos de principio a fin, desde sus mas remotos recuerdos o mejor dicho, desde su mas remoto recuerdo (el estar debajo de una mesa en Alemania, cuando tenia entre uno y dos años de edad) hasta el día exacto en que Pearl Harbor fue atacado por los japoneses.

Una de las escenas que se puede decir que es típica en las novelas de Bukowski (ciertamente considerando solamente las tres que he leído) es tener a Chinaski llegando en busca de un cuarto para vivir y generando dudas en los dueños después de responder a la obligada pregunta de “¿a que se dedica?”. El “soy escritor” de Chinaski siempre genera dudas, nosotros sabemos a lo que llego por eso son particularmente grandiosas aquellas partes de esta novela en donde Chinaski discute brevemente con uno de sus compañeros de la universidad, quien también quería llegar a ser escritor (para Chinaski sus escritos son bastantes buenos, vale la pena añadir), acerca de escribir. La historia de estos dos escritores, Chinaski y Becker, es de algún modo similar: ninguno al entrar a la carrera de periodismo en la universidad de Los Angeles, llego pensando en mantenerse ahí hasta el final de la carrera. Mientras Becker llego pensando solamente en obtener algún conocimiento que lo ayudase en su escritura Chinaski llego después de saber que periodismo era la carrera con las asignaturas mas fáciles. Obviamente ninguno termino pero ese no es el punto, eso era lo esperado. El punto es que pasa después con estos dos escritores, donde están ambos al final del libro y por que están ahí. En una mano tenemos a un escritor que fue despedido del trabajo que pagaba, entre lo demás, su universidad y termino enlistándose en la marina. En la otra mano tenemos al otro escritor, a nuestro protagonista y el al termino de la novela se encuentra desempleado, sobreviviendo con algunos dólares que gano jugando con cartas y monedas, al final se encuentra jugando box con un niño mexicano no mucho tiempo después de despedir a su mejor amigo de la universidad que partía a “cargarse algunos japoneses”. “Señor, ¿no sabe que ha empezado una guerra?”, le pregunta el niño mexicano a Chinaski, “si” responde para después olvidarse de todo por un momento y concentrase en el juego de box. Y es que de algún modo la historia de la vida de Chinaski es nunca pertenecer a algo, por algo su mas remoto recuerdo es un recuerdo en el que el se sentía bastante bien, en un lugar donde básicamente nadie lo podía ver, estaba debajo de una mesa y prácticamente nadie sabia que el estaba ahí. Pero como dicen, el hombre es un ser sociable por naturaleza. Muy pronto el sentimiento de bienestar y seguridad será algo no muy constante, pronto Chinaski dice: “mi padre había empezado a no gustarme”.

Es curioso como termina todo entre Chinaski y su padre. Es curioso ya que era algo bastante constante que su padre Henry cuestionara el modo de vida que Chinaski llevaba. Todo termina cuando su padre descubre sus narraciones. Puede ser una metáfora el tener a Chinaski, después de que su padre saco todas sus pertenencias de su casa, solamente preocupándose por dos cosas: 1) sus manuscritos y 2) su maquina de escribir (que irónicamente sus padres le consiguieron). Todas las represiones quedaron atrás, que atrás el sentirse parte de algo pero en realidad no serlo (es grandiosa la parte en que Chinaski narra como el equipo de futbol americano de su escuela simplemente apaleaba a los otros equipos, por un momento parece que el había sido finalmente aceptado, que era uno de los jugadores a los que todas las chicas miraban pero viene el “yo no estaba en el equipo” y el “solo me quedaba en la banda fumando, sintiendo una especie de entrenador”), el acne (Chinaski siempre prefiero la soledad y su problema de acne lo llevo a, entre otras cosas, apartarse mucho mas. Algunos han comparado a Chinaski con el monstruo de Frankenstein y con el personaje de Franz Kafka Gregor Samsa), pero las cicatrices permanecieron (figurativa y literalmente)… en realidad Chinaski siempre se sintió de la misma manera solo que ahora estaba físicamente solo, solamente con sus dos mas grandes acompañantes: la bebida y su maquina de escribir.

Ham on Rye es una novela bastante memorable, demasiadas aventuras de Chinaski que mencionar. Probablemente mi favorita es su experiencia en la universidad con los grupos de extrema derecha. Es una gran manera de resumir a Chinaski ya que estando cansado de todos los liberales (que en la escuela eran prácticamente todos) y sus prejuicios anti-Alemania decide comenzar a hablar con si fuera de extrema derecha, ¡lo que lo lleva en un punto a una reunión de Nazis! Pero en verdad Chinaski no abogaba por ninguna ideología (“no recuerdo de donde sacaba mis discursos”). Señor, ¿no sabe que ha empezado una guerra?... Chinaski no iba a morir por lo que tenia, pero por lo menos nos dio una gran enseñanza: nunca te fíes de un hombre que tiene el bigote perfectamente igualado.

Si no han leído a Bukowski no esperen mas…

 
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